Su comercialización data de 2011 y lejos de ser fruto de una manipulación genética es una de las variedades más antiguas que llegaron a Francia desde Chile en 1700. Su color blanco es consecuencia de una deficiencia de una proteÃÂna que hace que al madurar no adquiera el color rojo intenso al que estamos acostumbrados.
Fue un ingeniero holandés quien, mediante hibridación natural, logró fusionar las variedades Fragaria chiloensis y Fragaria virginiana hasta logra estas frutas que se caracterizan por ser intensamente aromáticas y muy delicadas.
Y ahora Lepe se ha sumado a su cultivo. Las fresas blancas onubenses ya han comenzado a llegar a los mercados y consumidores que buscan sorprenderse de nuevos sabores, asàcomo a la reposterÃÂa.
Fuente: diariodehuelva.es
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